Una nueva historia

 




Una Luz Entre Huellas


El tiempo del duelo se vuelve suave cuando nuevas patitas cruzan nuestro camino. Así, entre resistencias y suspiros, abrí la puerta para que entraras, pequeña Abby o Nova, nombre aún flotando en el aire como una caricia pendiente. La responsabilidad recae en Mariajose, dice mi voz, pero mi corazón ya se expande en silencio para hacerte espacio.


Naciste cuando febrero apenas despertaba, el día 9, pero elegiste abril para encontrarnos. Dos meses de vida envueltos en pelo suave y ojos curiosos que ahora exploran cada rincón de lo que será tu hogar. Curioso que llegues cuando celebro mi Bautismo, como si el universo tejiera hilos invisibles entre momentos sagrados y nuevos comienzos.


Mariajose te ha hablado de Dina, de sus juegos y su amor. Te ha explicado que no vienes a ocupar espacios sino a crear los tuyos propios. Y tú, con esa sabiduría ancestral que habita en los ojos de todos los cachorros, pareces comprenderlo. Un alma vieja en un cuerpo nuevo, lista para escribir su propia historia de amor entre nosotros.


Ahora correteas por la casa, descubriendo texturas y olores, mordisqueando juguetes y descifrando voces. Tu presencia trae consigo el movimiento perpetuo, ese remolino de vida que solo los cachorros saben crear. Tu alegría es contagiosa, tus tropiezos enternecedores, y tus siestas sobre nuestro regazo son ya momentos sagrados.


Bienvenida a esta aventura compartida, donde aprenderemos juntos el lenguaje del amor sin palabras. Donde tus ladridos serán respuestas y tus miradas, preguntas profundas. Donde cada paseo será un descubrimiento y cada caricia, un pacto renovado.


Las patas más pequeñas dejan siempre las huellas más profundas en el alma.​​​​​​​​​​​​​​​​


omantoni1

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