Nuestra vida tiene un propósito más elevado


 

Nuestra existencia tiene un propósito más elevado 


En esta etapa de mi vida, he comprendido que la verdadera sabiduría reside en desprenderse de las narrativas superficiales que la sociedad nos impone. No busco un final perfectamente orquestado, sino la autenticidad que nace de reconocer que nuestra existencia tiene un propósito más elevado.


La vida nos presenta múltiples caminos, y entre ellos, encontramos personas que se acercan únicamente por lo que podemos aportar a su ego, es por ello que cundo aquello se termina simplemente se van. Como hojas al viento, estas relaciones efímeras nos enseñan que lo material y lo superficial son espejismos pasajeros. Porque, en última instancia, solo Dios permanece constante en medio de la tempestad.


Cada amanecer nos ofrece una nueva oportunidad para redescubrirnos, no en la mirada de otros, sino en la búsqueda sincera de nuestra verdad espiritual. Las tormentas de la vida, lejos de destruirnos, nos purifican y nos acercan a nuestro verdadero propósito y es por eso que en la imperfección de nuestro caminar encontramos la perfección del plan divino.


No sé si serán los cincuenta, o es sencillamente la esencia de la vida, pero creo que es el momento de vivir con autenticidad, aunque esto signifique alejarse de quienes solo buscan alimentar sus propios intereses. Nos debemos rodear  de almas que nutran nuestro espíritu y nos impulse hacia lo trascendental. No permitamos  que las expectativas mundanas nublen nuestra búsqueda de lo divino, pues en ella encontraremos la verdadera plenitud.


La felicidad auténtica no reside en las validaciones externas ni en los aplausos pasajeros; se encuentra en la paz interior que nace de reconocer que somos parte de algo más grande que nosotros mismos. Por ello, las relaciones superficiales y los elogios vacíos son solo distracciones en nuestro camino hacia Dios.


Así que es momento de liberarse de las ataduras del ego y abrazar la simplicidad de una vida guiada por la fe. La vulnerabilidad ante lo divino es nuestra mayor fortaleza, y la incertidumbre del camino se ilumina cuando confiamos en Su guía. Al final, todo lo demás es transitorio; solo el amor de Dios permanece inmutable como nuestro verdadero norte y destino final.


Atrévete a vivir sin las máscaras que la sociedad te impone, encuentra tu verdadera esencia en la búsqueda de lo eterno. Porque en este viaje, las personas pueden ir y venir, pero el propósito divino de nuestra existencia permanece inalterable como el único fin verdaderamente significativo.​​​​​​​​​​​​​​​​

Mientras el mundo persigue sombras efímeras, nosotros alzamos la mirada hacia el infinito, porque cuando el telón de la vida caiga, solo quedará aquello que construimos en el amor divino: nuestra verdadera esencia, desnuda ante los ojos de Dios.


@omantoni1

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