¿QUÉ PAÍS LE QUIEREN ENTREGAR A SUS HIJOS?

El sentimiento de inmensa preocupación, que sentí, hace 16 años cuando Venezuela y muchos ciudadanos del mundo se regocijaban con el triunfo del socialismo del siglo XXI y el resurgimiento de quien posteriormente no dudó en tergiversar la obra de Bolívar, lo estoy sintiendo en este momento, pero ya en mi amada Republica de Colombia, con otras metodologías y con unos fines más claros, como lo es la imposición del comunismo trasnochado y peligrosamente contaminado de apellidos manchados de sangre como lo son el castrismo, chavismo y maburrismo.

Es impresionante la forma detallada, inescrupulosa y macabramente inteligente como se han infiltrado desde insospechados ángulos de la derecha, de organizaciones defensoras de derechos humanos, incluso desde las iglesias y por último desde un valor tan sensible para el mundo como La Paz, para lograr el cometido de someter a una de las democracias más firmes del mundo como la colombiana al terrible y fulminante comunismo mundial. Lo que no pudieron lograr con las armas durante 50 años,  los terroristas guerrilleros y sus padrinos políticos, lo están logrando desde que el jugador de poker  pudo ser presidente, utilizando las armas letales de la traición y la mentira, en las que desafortunadamente ya han caído muchos incautos de buena voluntad.

La  historia griega, romana, rusa y americana, entre otras, nos cuentan como la infiltración de engendros han sido las armas más letales del enemigo para destruir la obra de la fe y la libertad. Colombia  resultó ser demasiado complicada y se había convertido en la piedra de zapato del monstruo comunista. Era imprescindible afilar  todas las armas y descargar toda la munición necesaria para que la columna democrática de América pudiera caer. 

Aunque la obra es casi perfecta, aún creo que es posible detener el holocausto de la democracia, esto sólo será posible si entre todos ayudamos a develar la trampa y como un solo ejército dotados de inteligencia y auténtica paz, nos unimos para defender lo que con tanto esfuerzo nos ha  entregado la historia y con enorme cuidado nos confiaron los abuelos. 

Cuando somos padres, la lucha ya ni siquiera es por nosotros, ni por defender nuestra vida, ella, incluso, estamos dispuestos a ofrendarla para que ellos, la sangre de nuestra sangre puedan vivir en un suelo en el que se  pueda vivir en libertad.

Confieso mis profundos principios conservadores pero hoy soy profundamente URIBISTA, no por el Dr Alvaro Uribe Vélez a  quien le tengo un inmenso cariño y una profunda admiración, sino porque el representa el sentimiento de un país que con seguridad, quiere vivir en libertad, siempre con la mano firme porque no se puede renunciar al orden y con un corazón dotado de todo el amor posible, al que le duela la vida de cada ciudadano.

Por último y para cerrar este capítulo, les pido y les suplico a todos los que son padres, abuelos, educadores, hermanos,  que piensen la clase de país que  le quieren entregar a sus hijos... De mi parte les adelanto que lucharé hasta el último minuto de mi vida por entregarle a los míos un país en el que ellos no tengan que hacer filas ni vender su conciencia por un pedazo de pan.

PD:
" No aspiremos a lo imposible, no sea que por elevarnos sobre la región de la libertad, descendamos a la región de la tiranía" 
Simón Bolívar.

Omar Antonio Bedoya Gaviria.
@omantoni1

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