Carta abierta al Presidente de la República Iván Duque
Señor presidente Iván Duque
Reciba un saludo deseando que
el buen juicio, la recta razón, la cordura y la sabiduría divina le acompañe a
usted y en su persona a todos los colombianos en momentos tan difíciles para la
nación.
El motivo de esta carta es
hacerle un humilde pedido para que no permita que el proyecto misterioso,
oscuro y nefasto de unos pocos poderosos con capacidad económica y manipuladora
destruya lo que, por tantos años, aun en medio de grandes dificultades, hemos
podido construir y mantener.
Usted fue elegido en el 2018
con un proyecto claro, fueron millones de colombianos, algunos de ellos por
puro amor a la democracia votaron por usted, otros lo hicimos porque siempre
hemos creído que usted no solo enarbolaba nuestras banderas, sino que además se
convertiría en ese soldado ecuánime y leal que nos llevaría a vivir en un mejor
país. Esta frase suya nos animó y nos llenó de una gran esperanza: “La
seguridad es el más puro de los bienes públicos, porque es el que le permite a
cualquier ciudadano, sin importar su nivel de ingreso, su condición, su
ideología, sentirse en un país de plena democracia y de plenas libertades”. En
momentos de tanta anarquía, de tanto miedo, de tanto vandalismo, en momentos en
que los bandidos nos quieren imponer su ley y nos privan de derechos fundamentales,
quisiéramos la volviera a recordar.
Usted sabía perfectamente lo
que se le venía, era predecible saber lo que significaría gobernar con una oposición
que ni sabe perder ni mucho menos puede vivir sin la mermelada corrupta que por
años ha desangrado y empobrecido nuestra economía.
Con los acontecimientos
vividos en las últimas semanas en el país, he visto con perplejidad que usted
en el afán conciliador pretende seguir gobernando ya no con la agenda con la
cual fue elegido, sino que por el contrario, pretende pactar con encapuchados y
bandidos que han destruido la infraestructura
del estado, el comercio y lo más preocupante con quienes sin misericordia ni
veracidad alguna han pretendido destruir con mentiras y con una campaña jamás vista
de desprestigio, nuestra institucionalidad, sobre todo la deshonra de nuestras
gloriosa Policía Nacional.
No se puede caer bien a todo
el mundo, este es un momento en el que necesitamos que su liderazgo e
inteligencia se enfile con quienes en realidad queremos un país y un mundo
mejor, con toda seguridad que los otros no quedarán conformes, e incluso acudirán
con mayor agresividad a organismos internacionales de derechos humanos los
cuales hace rato perdieron su competencia, tomando partido no solo en nuestro país
sino en otros lugares del mundo, afilando sus armas hipócritamente diplomáticas
en favor de los oscuros y poderosos que hoy nos quieren ver caer. Seguro que
algunos periodistas del país utilizarán sus micrófonos multiplicadores de odio
para desprestigiar su labor, muchos sindicatos algunos de los cuales parecen más
frentes guerrilleros que defensores del trabajador, utilizarán la generosidad que
provee la democracia para intentar desestabilizar aún más, pero también tendrá
el apoyo de millones de colombianos los que aun permanecemos en frente de
batalla y genuina resistencia produciendo y construyendo país.
Hace varios años en mi perfil Twitter
tengo una frase de Eduardo Galeano que hoy de manera muy especial según las
nuevas circunstancias quisiera compartir con usted: “Ojalá podamos ser
desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o
violan nuestro sentido común”
Apreciado presidente, aunque
estoy preocupado aun guardo la esperanza que usted con la ayuda de Dios y con
el consejo de buenos amigos enderece el camino, aun sigo creyendo que la
genuina actitud de algunos inconformes ayude para que Colombia sea un mejor país,
creo firmemente que los responsables de tanta barbarie paguen en la justicia y
no reciban el premio a los que ya nos acostumbró su nefasto nobel predecesor. Aun
sigo con la esperanza que el proyecto libertador democrático de Bolívar, Santander
y muchos otros, siga perfeccionándose desde la libertad, espero con todas las
fuerzas de mi alma que mi hija pueda crecer en un país con libertad y con
grandes oportunidades familiares, humanas y profesionales.
Se que esta carta usted no la leerá
directamente de mí, pues han sido muchas las veces en las que no he tenido
respuesta alguna, entiendo sus múltiples ocupaciones, pero sé que algún amigo
influenciador si se la hará llegar.
Que Dios lo bendiga Señor
presidente. Cuente con mi oración y con la de millones de colombianos para que
muy pronto esta noche oscura pueda cesar y la luz del nuevo día brille para nuestro
querido pueblo colombiano.
“Ojalá podamos ser capaces de
seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones
y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando
ella dice adiós, está diciendo: hasta luego”
Nuevamente, bendiciones.
Con admiración y respeto
Omar A. Bedoya G
@omantoni1
Lloré leyendo esta carta. Es muy noble y va directamente a la conciencia y al corazón.
ResponderBorrarUn mensaje para dar vida institucional. Ojalá lo escuchen.
ResponderBorrarQue asi sea.
BorrarEsta carta expresa el sentimiento de muchos colombianos, a quienes nos anima continuar la senda del progreso y que se consolide la Democracia en nuestro País. Queremos que haya Orden y Justicia, que podamos sacar de nuestra Democracia , aquellos Oscuros personajes que quieren ver destruida nuestra Instirucionalidad.
ResponderBorrarDios lo ilumine y le de la fortaleza y Decisión para sortear con Autoridad rsta situación y devolver el Orden para poder trabajar con libertad , gracias
nuestro querido presidente sabrá salir adelante con tan difícil situación, los buenos somos mas, siempre en las manos de Dios
ResponderBorrarProfe Omar ilustra con claridad el sentir de millones de colombianos. Muchas gracias por esas palabras que llenan de esperanza.
ResponderBorrarLina Marcela García Ramírez