SE ABREN LAS PUERTAS DE LA MISERICORDIA, BIENVENIDO NIÑO DIOS.

Navidad, un maravillo espacio en el que todos tienen la oportunidad de ser niños. Es un tiempo de gracia en el que renace la esperanza y donde todos soñamos  que todo puede ser mejor.

Junto al regalo del Niño Dios, el mundo por iniciativa del Papa Francisco ha iniciado un año de misericordia. Muchos se preguntarán ¿para qué?...nada más y nada menos para que el mundo movido por el arrepentimiento encuentre el perdón y la reconciliación que conducirá a este convulsionado mundo a la verdadera paz.

Muchos equivocadamente han entendido que la misericordia es un perdón sin arrepentimiento, no, ella debe estar indeclinablemente arropada por la justicia, quizás muchas cosas no se puedan cambiar, pero si existen modos en los que se pueda reparar a través del amor.

Permitamos que El Niño Dios pueda entrar en el corazón, no cerremos la puerta a la verdadera alegría, no dejemos que el odio, el cinismo, la arrogancia, la mentira ocupen el lugar que solo le pertenece al amor y la verdad, démonos  y démosle ese regalo a la humanidad, hagamos equipo con el tierno Niño de Belén y busquemos que todos los espacios de este maravilloso mundo en el que nos ha tocado nacer, pueda vivir la verdadera Navidad. 

Bienvenido Niños Dios, ya no tendrás que nacer en el desprecio del pesebre, tienes una gran cuna llamada mundo, queremos destapar el maravilloso regalo de la verdad, anhelamos vivir como hermanos, haremos todo lo posible para que la violencia se convierta solo en un libro escrito del pasado que nunca más se volverá a repetir. Deposita toda la misericordia posible en la vida de cada ser humano y libéranos de una vez por todas de todos los Herodes y Judas muchos de ellos disfrazados de "santos", que a lo largo de nuestra corta y larga historia han impedido que en el mundo se pueda celebrar la Navidad. Para siempre: Bienvenido Niño Dios. Gracias por insistir. 

"Que al contemplar al Dios Niño, nuestras conciencias se vean interpeladas: el que es todopoderoso, entra al mundo por la puerta de la humildad. El que lo tiene todo, aparece ante nosotros desnudo. El que, en el cielo habitaba entre ángeles y triunfo, nace en el mundo en medio de la soledad, la indiferencia o la frialdad. ¿Por qué nosotros –siendo menos que Dios- optamos por escoger las puertas grandes, la opulencia o el afán de notoriedad? Es maravilloso 

ser testigos que Dios ha cumplido su promesa de amor. Su misericordia no tiene límite, solo 

hace falta que tu corazón y el mío puedan tender la benevolencia de la gratuidad de Dios.

...Déjenme soñar...




¡Gracias, Señor, por esta Navidad!

Que El Niño de Belén les bendiga.

Omar Antonio Bedoya Gaviria
@omantoni1


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