QUE "BOMBAZO" EL DE LA PAZ



Hace tan sólo 20 días el presidente de la República, junto a sus asesores y negociadores en la Habana, con bombos y platillos anunciaban un día antes de la elección presidencial, la inminente firma de La Paz.

Por supuesto que como colombiano sueño con La Paz. Nada más lindo para dejarle como herencia a nuestros hijos, que un pueblo en que halla justicia, libertad, trabajo y paz.

Lamentablemente, este deseo se hace muy esquivo en una sociedad donde el mensaje que se da a niños y jóvenes, es que el crimen si paga. Es indignante ver que a colombianos honestos, trabajadores y luchadores de la paz no se les escuche, por el contrario, se les persigue, se les judializa y sobre todo se les estigmatice como "enemigos de La Paz". Raya con la impotencia ver que en un estado de "supuesto derecho" como el colombiano, la clase política se revista de tanta mentira, de tanta soberbia y como plataforma reeleccionista  tenga que hacer alianzas "con el diablo" para obtener sus aspiraciones de poder.

En estos 20 días, tan sólo en la ciudad de Medellín, dos granadas son explotadas en lugares donde gente sencilla y trabajadora, tratan de ganarse el pan con un enorme esfuerzo de su trabajo; el balance: una persona muerta, cuatro gravemente heridas y treinta más con heridas de consideración.

En distintos municipios de Colombia, varios atentados contra la fuerza pública y no ha dejado de ser noticia el secuestro, el reclutamiento  de menores, los petardos en Bogotá  y las extorsiones a pequeños comerciantes que terminan bajando la persiana de sus nobles establecimientos, como respuesta a la indiferencia del gobierno y al proceder criminal de quienes sólo quieren el dinero fácil, de quienes lo buscan con el sudor del trabajo.

Mientras tanto vemos con profunda indignación que el Procurador de la Nación, por el único pecado de ser piedra del zapato de los indignos gobernantes y la desprestigiada justicia, sea puesto a consideración del consejo de estado para su inminente destitución. Da mucho que decir que mientras esto sucede, un inepto e ilegal gobernante como Petro es  restituido, un tramposo presidente como Santos es reelegido y un eminente  ministro como  Arias es perseguido. Cómo lo he dicho en otra columna, esto se podría llamar: el mundo al revés.

La rimbombante  anunciada Paz  en Colombia,  ha resultado ser el más cruel y traicionero bombazo que le han podido dar a los colombianos de bien. No se que les dirá la conciencia en el silencio y la soledad a personajes en otrora con calificados de honestos como Mockus, Clara y Belisario. Ustedes tendrán que decirle mucho a la historia, porque junto a muchos desprevenidos, engañados y porque no decirlo, vendidos colombianos, han hecho posible que se instaure el gobierno no de la La Paz, sino de la de la delincuencia, la mermelada y las FARC.

Los anuncios publicitarios, demagógicos y desesperados de Humberto de la Calle juramentados en televisión, no son más que las patadas de ahogado de unos diálogos que se saben muy bien de donde vienen, pero con ninguna certeza hacía donde van.

Seguiremos trabajando sin tregua por un mejor país, esta prohibido para mi y para mi hija renunciar a este noble ideal, sólo espero que muchos compatriotas, verdaderamente "héroes" trabajemos sin descanso para conseguir la verdadera y auténtica paz.

Dios les bendiga.

Omar Antonio Bedoya Gaviria.
@omantoni1



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