"Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla"

 



“TODO ESTÁ PERDIDO CUANDO LOS MALOS SIRVEN DE EJEMPLO Y LOS BUENOS DE BURLA”

Demócrito”

No se en que estaba pensando el filoso, por ese entonces nosotros no éramos mas que un pedazo de tierra deshabitado u ocupado por especies no tan dañinas, mentirosas ni peligrosas como las que hoy habitamos este país. Lo que es cierto y no sé cómo, es que este ilustre sabio ya percibía lo que sería 2400 años después la Republica de Colombia, un país en el que de manera impensada los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla. Un país en el que ser mala persona lo llena de derechos, lo hace merecedor de un estrado dedicado a los mejores y lo convierte en portavoz de moral y guardián de principios y valores.  La ironía es una palabra a la cual no se le sabia el significado sino cuando aparecieron ciertos personajes unos desde el Congreso de la República, otros desde santuarios judiciales, muchos desde sus nidos políticos, también los inicuos desde la catedra educativa y los que desde la religión se desviaron del camino.

Para hablar de la vida, la democracia, la religión, la fe y el amor, hay que estar preparado, y no lo digo por la defensa del tema en sí, que por su esencia es obvio su significado y su derecho, lo digo porque cual bomba explota de manera intempestiva produciendo alergias, lesiones y resquemores en intolerantes y enfermos a quienes les molesta la libertad y la vida.

Me niego a aceptar que todo está perdido, alguien dijo que “sentirse perdido es normal para encontrar el propósito de vida”. Colombia necesita descubrir el propósito de país, los padres necesitamos y con mucha sinceridad saber qué proyecto de país queremos para nuestros hijos, se me hace imposible creer que el odio o el adoctrinamiento sea tan letal que desde la mínima lógica y la menor intención queramos condenar a nuestros hijos a vivir en un país en el que la arrogancia, la mediocridad, el discurso y la pobreza los gobiernen.

La inflexión moral que hoy viven nuestros pueblos produce insomnio, ella es la verdadera miseria y la verdadera guerra que ninguno debe perder. Es posible que, debido a la vorágine de eventos y voces simultáneos, no podamos pensar claramente en lo que en realidad queremos.

Necesitamos recuperar el país desde las bases, rescatar a nuestros hijos y jóvenes devolviéndoles la esperanza y el derecho a ser educados según los estándares de la vida, la decencia, la democracia, la justicia y el saber ser, en definitiva, la cultura de los valores, del bien y la verdad.

A nivel personal quiero enseñarle a mi hija que ocupar un lugar publico está reservado a los mejores, a quienes estén dotados de los mayores estándares intelectuales y de valores. Quiero mostrarle que nuestro país es una nación en el que la justicia está lo suficientemente preparada para  que el crimen sea castigado con todo el peso de la ley, quiero decirle que ser maestro es reservado para valientes, para los mas grandes formadores de humanidad, quiero enseñarle que la corrupción sólo fue parte de un pasado en el que los malos quisieron robarnos el futuro, quiero enseñarle que Dios es el centro, la fuente, el camino, la verdad y la vida, y sobre todo que el amor es la única condición necesaria para poder vivir. ¿Alguno de ustedes me quiere acompañar en este propósito?

Toda la sociedad debe luchar por un país en el que se respeten las instituciones y las leyes como requisito mínimo para generar la confianza y la coexistencia creadora. Queremos una Colombia que sea valorada por tener una sociedad justa, pujante, atrevida, alegre y cordial, con profundos valores de convivencia y de comportamiento, y con gran proyección de futuro. Que no seamos más la burla por ser el único país en el que “ser pillo paga”. Queremos ser un país que se integre decididamente al mundo de la decencia gracias a la calidad de su gente, sus instituciones, al empuje de sus empresas y al respeto que generen sus dirigentes en las diversas ramas del quehacer humano.

Recapitulando a Demócrito o a Demócrates, “todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla” ojalá sea solo una profecía que tuvimos la fortuna de superar. Juntos hagámoslo realidad, volvamos a sentir el orgullo de pertenecer a este país y renovemos una esperanza de patria, hacia un futuro que no es sencillo, pero que es posible pensar y construir.

Creo en Dios, en la familia, en la vida, en la democracia como mecanismo para buscar la felicidad colectiva y amo profundamente mi país…NO TODO ESTÁ PERDIDO.

 

Omar A. B. G.

@omantoni1

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