De las pocas verdades que ha dicho el presidente: Colombia si es un nuevo país.

De las pocas verdades que ha dicho el presidente: Colombia si es un nuevo país.


Debo reconocer que el presidente de la República el "señor" Juan Manuel Santos Calderón, no miente al presentar como lema de su segundo mandato TODOS POR UN NUEVO PAÍS.

Lo que muchos desapercibidos no logran diferenciar es que un Nuevo país no significa un mejor país. El nuevo país al que nos quiere someter santos tiene las siguientes características:

1.  La justicia representada en la Corte Suprema y en la Fiscalía General de la Nación está al servicio del ejecutivo, su parcialidad es tan evidente que ya ni siquiera ruboriza a sus indignos representantes. Un país sin justicia atemoriza y hace cuestionar seriamente nuestro estado de derecho, por lo tanto, este nuevo pais, según el querer de santos y  el coro de la justicia, debería hacer modificaciones muy serias en la constitución en la que se debe renunciar a ser un estado de derecho para convertirse en la república social al mejor estilo coreano, chino o cubano. Por lo tanto ya no tendríamos un presidente sino un dictador el cual posee todos los poderes derechos y privilegios y en el que no hay lugar para la democracia, menos para la libertad.

2.  Un nuevo país con miles de casos como este:  alguien a quien bien conozco tiene un salario de 2000000 de pesos después de haber cursado un magister, una licenciatura y muchos años de experiencia el cual debe repartir pagando los impuestos más caros de América latina. Entre impuesto predial, servicios, administración y colegio, paga anualmente 14.420.000, adicionalmente un descarado pago de valorización por 5.550.000.
No hay que ser un experto en economía para saber cuánto dinero queda para alimentación, pago de salud, gasolina e imprevistos....¡no hay derecho!. Y para colmo, este personaje es uno de los afortunados colombianos que ganan más de 3 salarios mínimos y no tiene derecho a ninguna ayuda gubernamental.

3. Un nuevo país en el que dignos Policías, y Soldados que toda su vida la han dedicado a defender la patria, hoy son equiparados a delincuentes, narcotraficantes y terroristas que llevan en sus espaldas la destrucción de la nación por más de cincuenta años y la vida truncada, mancillada o aniquilada de muchos ciudadanos.  En  este nuevo país al criminal Timochenco, Márquez entre otros, debemos no sólo llamarles generales o comandantes, sino que los tendremos que mantener de por vida con el dinero de la gente buena y trabajadora. Me niego a creer que los criminales tienen no sólo el derecho sino enormes ventajas para ser elegidos o impuestos como gobernadores, ministros, senadores o representantes, por encima de  ciudadanos que han vivido honradamente  y se han preparado con enorme sacrificio  en las universidades del país.

En este modelo santista, ser Uribista es un delito al que se le debe perseguir y castigar con  todo el rigor de la justicia y en cambio ser criminal tiene los más aventajados privilegios, la más cruel impunidad y una escandalosa remuneración, pues el salario de un terrorrista puede duplicar lo que un maestro en franca lid puede devengar; como lo dicen en un hermoso lugar "esto llora a los ojos de Dios"

4. Un nuevo  país en el que se venden las empresas más lucrativas como Isagen y su dinero luego es administrado como caja menor del ejecutivo y seguramente repartido como mermelada entre políticos quienes solo han buscado servirse del país y para ello se inclinan cual serviles idiotas en Senado y Cámara, gobernaciones o alcaldías, vendiendo sus principios y traicionando a quienes  simulan representar.

Un nuevo país en el que inexplicablemente la gasolina se ha mantenido firme en sus precios al consumidor, cuando este producto en el mercado internacional ha tenido precios tan bajos que el 50 % de reducción se quedaría corto y debería verse reflejado en el cobro final.
Un nuevo país en el que nos venden energía del Ecuador, gas de Venezuela y pescado de China.

Se administran terriblemente mal las empresas prestadoras de servicios públicos, el gobierno sucumbe como garante del bien público y el costo de corrupción lo termina pagando el ciudadano honrado de a pie con ilegales sobrecostos en la ya encarecida factura mensual.  Lo más peligroso, la actitud indiferente de un país que cual espectador obnubilado, estacionado y petrificado en el sofá de la resignación y la pobreza, sólo espera que todo pase o que alguien se aproveche con discursos mentirosos para ser engañado nuevamente en su esperanza.


4. Un nuevo país en el que los medios de comunicación tanto de radio, televisión como escritos han cambiado  el antes privilegiado y honrado trabajo periodístico por dádivas comerciales a cambio de aplaudir todo lo que éste tirano gobierno dice, piensa o ejecuta.

5. En este nuevo país al presidente hay que creerle todo lo contrario de lo que dice. Para evidencia una camisa llena de botones.
No podemos olvidar que el campesino es solo un instrumento que vota, los educadores una figura desvalorizada, la salud una ruleta de muerte y los ancianos un material olvidado.
En este nuevo país la Iglesia se volvió muda, los partidos políticos compinches y los ciudadanos ignorados. Eso sí...ser pillo, paga.

Estoy pensando muy seriamente si quiero vivir en este nuevo país. Aunque no era perfecto, me gustaba más el MEJOR país que heredó éste indigno presidente.

Gústenos o no, debemos prepararnos para más cambios, se hace urgente que todos los ciudadanos asuman con responsabilidad de patria el lugar que les pertenece en este delicado momento de la historia. Los de arriba solo se moverán el día en que la base se de cuenta que tiene el verdadero poder, mientras unos pocos nos están jodiendo. No permitamos que políticos inescrupulosos, medios de comunicación parcializados  y redes sociales manipuladas, sean quienes elijan nuestro destino.

Es hora de volver a tener un mejor país. Para esto es necesario que reformemos la justicia, renovemos y fortalezcamos los partidos políticos y elijamos solo aquellos medios de comunicación que formen e informen con imparcialidad probada.


PD.
Se me olvidaba decir que para quien dirige este nuevo país y según absurdas encuestas del DANE, los niveles de desempleo son asombrosamente bajos, ubicándonos en lugar de privilegio mundial. Cabe aclarar que si usted gana 200.000 pesos al mes hace parte de los empleados del nuevo país. Me encantaría que el presidente o alguno de sus hijos intentara vivir un mes con este salario de hambre.

Como profecía del desastre Santista, el Libertador Simón Bolívar en carta al General Santander decía   “Yo temo más a la paz que a la guerra”

Que Dios les bendiga.

Omar Antonio Bedoya Gaviria
@omantoni1

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